Carcoma con forma de paloma

Colección Populibros. Departamento de Cultura. Universidad Central del Ecuador.

Ecuador, 1986

Contenido: 1. Quipus enredados – 2. Yo y las nubes – 3. Ceremonial sin una gota de sangre – 4. Osorio perdido y luego rescatado – 5. Ejecución del perfume – 6. Valentino – 7. Profesión equivocada – 8. Minimundial de cancha ajena – 9. Cáliz doble entre las rocas – 10. En posición del loto – 11. Prometeo – 12. Pura carcoma con forma de paloma – 13. Detalle del jardín de las delicias – 14. El fantasma de la ópera – 15. Movimiento oscilatorio – 16. Relacionado a la arqueología – 17. Guardapelo sin pelo – 18. Miércoles sin ceniza – 19. Reloj de palo – 20. Acceso asmático – 21. A Benjamín Moloise – 22. Represión – 23. Se ha perdido todo rastro de las flautistas – 24. Teléfono intervenido – 25. Un toque de Nerón – 26. Noche de brujas que triste pasa por mi balcón – 27. Remezón con ruidos raros – 28. Poemas del siglo de oro de 14k – 29. Grulla de cabeza agachada – 30. Yo vi a Ofelia flotando por el río – 31. Perdí el lugar exacto donde el follaje crece – 32. Historia en cuatro cuadros – 33. Balada del amor impotente – 34. Nueva tarifa – 35. Cinta asfáltica – 36. Tiro al negro con resultado blanco.

PURA CARCOMA CON FORMA DE PALOMA

Ahora sólo te elaboro
para leerte yo,
para consumo interno,
para uso y abuso de mis ojos
(factores de producción han deteriorado mis
modos de producir amor a gran escala)
Mejor es que me siente a tu lado
en estos graderíos circulares
para observar
la representación de una tragicomedia en piedra
dividida en cinco actos de argamasa
con sus respectivos abucheos de arena.

Mejor es que te quedes con tus rizos de estatua aliñada
y sin más vistas
que la de algunos secos dioses ya listos para la taxidermia.

Poesía que una vez yo poseía:
qué hacer o qué no hacer
para evitar que tu triste cacareo se estrelle en una sartén
sin que hayas muerto,
qué hacer o qué no hacer
para que no te quedes de pasabola,
para que puedas en una última y desesperada instancia
batear de un solo colibrí desviado
los dos versos todavía no enteramente convencidos
de que no hay poesía que dure cien años
ni cuerpo que lo resista.

Ya no está tu agonía trotona para desgorgorarse
en silvestres gorgoritos,
no obstante
te haré pasar de contrabando debajo de mi brazo

Oh poesía que alguna vez me poseyera,
qué hacer o qué no hacer
para que de estos versos
resurja ese perdón que necesito,
de ti, paloma aguada,
pura carcoma con forma de paloma,
paloma aguardentosa carcomida
a la que he retorcido por las patas tantas veces
queriendo que gotees
la ley seca que pesa en mis palabras.

Miércoles sin ceniza

Si esperan por mi

esperen sentados.

Por cada mil veces que me voy,

una, regreso,

por cada vez que regreso

nadie espera por mí.

Cada vez que yo he vuelto me he encontrado

con una estación distinta

y un pueblo diferente.

No creo ser esa que baja

con una sola maleta.

Yo soy la que se queda adentro de los trenes

esperando que un pueblo

se estacione en sus ojos.

Es miércoles sin ceniza,

en la frente me trazo

la señal de la bruma que destilan los trenes.